POR LA CARRETERA

Pues como les había comentado, la semana pasada, tuve que irme de visita a los municipios de Oriente, por cuestiones de la chamba, en Valladolid, es en donde estuve gran parte del día, comiendo trabajando, por cierto, esta vez, no me perdí la oportunidad de probar los famosos lomitos que son tan famosos en esa ciudad, también descubrí que Valladolid, es el único lugar en el mundo en donde puedes conseguir cochinita a la hora que quieras, si vas o estas por ahí, te recomiendo un platillo muy rico que se llaman "Pibiwaz" que son como unos pibitos (tamalitos horneados) pero que por dentro tienen ya sea lomitos, carne asada o la tradicional cochinita, yo me comí ocho uno de cada uno para probar y me gustaron mas los de cochinita, y para muestra, les dejo unas fotos.

(En esta imágen, apreciamos a mi amigo Omar Corzo, degustando los exquisitos platillos Vallisoletanos.)

Para los que se esperaban fotos de Valladolid, lo siento, solo me dio chance de sacar mi celular a la hora que estaba tragando alimentándome sanamente.

este fue el mes de aniversario de nuestra Revolución, y por primera vez en toda mi vida, fui al desfile que se hace en la plaza grande, me pareció que estuvo bien organizado y aproveché pa sacar algunas fotos y videos del asunto.

LA FERIA

He de escribir sobre el principio, porqué es una mala costumbre mía escribir siempre sobre lo último, como la vez que escribí cuando era aquel niño, que se subía a una silla voladora, en la feria de su pueblo, con una sandalia rota, y la camisa de rayitas, que siempre me ponían cuando salíamos de paseo, noviembre era el tiempo de la feria grande en la ciudad, el viaje empezaba muy temprano, largas colas para subirse a un camión destartalado, todos se divertían viendo a través de la ventana los pueblitos en el camino.

Una hora de viaje, hasta que veía siempre los árboles de naranjas a la entrada que indicaban que estaba cerca de ese lugar lejano al que llamaban Mérida; mi mamá apurada siempre, con unos sabucanes que ni se que llevaban, y mi papá observando siempre a las chicas que pasaban cerca, mis demás hermanos felices, por ver esos juegos mecánicos a los que nunca nos dejaban subir: "son peligrosos" decía mi papá, mientras su mirada nerviosa de mi mamá aprobaba lo que decía, mi papá que siempre tenia una razón para negarnos cada cosa que le pedíamos: las palomitas en bolsitas de plástico, los hotcakes y churros de un puesto de lámina, la comida que siempre olía delicioso en ese lugar que mis hermanos mayores decían que era como un reino de sonrisas, a mi no me lo parecía tanto, observar como niños se subían a ese brincolin peligroso, muchos de seguro se han de haber roto la madre como mi papá me advertía, y esos que se tomaban refrescos embotellados, de seguro tenían bichos, en la panza, por eso se veían gorditos, no como yo, que estaba tan flaco, que no habían fajas para niños como yo, por eso mi papá me ponía una soga en los pantalones.

Pero les contaba de la feria, y de esos niños tercos, que se compraban cosas y se subían a esos juegos, yo recuerdo que un día quise jugar al tiro al blanco, con ese señor de bigotes que me convenció, me dijo que tenía yo muy buena puntería, y que si podía derribar esos cinco botes y sacarme uno de esos enormes peluches que daban como premio; yo quería intentarlo, pues mi único juego en el pueblo era poner envases verdes de cloro en la albarrada del patio y tirarle piedras, al Principio yo jugaba solo para no aburrirme, luego mis hermanos se me unieron, y así todos los días salíamos al patio a jugar al tiro al blanco con botellas, por eso era tan buen tirador, el señor de bigotes debió notarlo, diez pesos era el costo para poder jugar, le pedí a mi papá que me dejara intentarlo, pero el muy cabrón dijo que esos jueguitos eran cosas de maricas y me jaló del pelo para que sigamos caminando, yo muy encabronado, le obedecí, y al avanzar un poco, recogí una piedra y la aventé, yo muy ingenuo pensé que si las tiraba el señor me regalaría un peluche, pero no le atiné, con los empujones de mi papá no pude acomodarme y al tirar le di en la cabeza a un señor que pasaba por ahí, harta sangre le salía de la cabeza y su esposa asustada trataba de buscar quien era el culpable, yo me hice al pendejo y seguí caminando, obedeciendo a mi papá diciéndome a mi mismo, que esos peluches en verdad parecían cosas de maricas.

Hola de nuevo, pues aquí estrenando nueva imagen, ya que la anterior la eche a perder la cambié por esta que se ve mas decente, y le añadí unas imágenes, ojalá les guste esta nueva fase.

Hoy me alegró el día un correo que me llegó de la revista "Destiempos" pues el consejo editorial, aprobó unos textos míos para ser publicados en esa revista en su número 12, que por cierto es mi número de la suerte, la publicación sale en el próximo mes de Enero, es la segunda vez que me publican en una revista electrónica, la primera fue "remolinos" pero solo Destiempos está indexada a los archivos del CONACULTA.

Hoy me toca ir de viaje por todo el Oriente, debo visitar Valladolid, Cuncunul, Temozon, Tizimín, Tixcacalcupul, Chankom, asi que prácticamente todo el día estaré fuera, espero sacar fotos de esos municipios y ponerlas pronto. Nos vemos hasta la próxima.

Davicho.

Les dejo esta foto que le tomé al Memorial de José Martí en la Habana.

Letanía Fugaz (de la noche y sus estrellas)

El adiós

es un lugar común

en una ciudad común

en una pareja comun.

El adiós es certero

perpetuo

eso pensé

cuando la vi parada

en la puerta de su casa

con las lágrimas

queriéndosele fugar del alma

y sus brazos

como aves, abrazándome

con un adiós lento

como el dolor: huérfano y desnudo.

El adiós en sus labios cerrados

sonaba al deseo de arraigarse

en mis pupilas

esta noche de media luna

donde la letanía de los versos

se diluyen como niebla

al igual que mis esperanzas

de reír de nuevo.

El adiós es común

en una pareja común

de una ciudad común

a todas horas

todos los días

excepto hoy

que se ha vuelto inmortal

la niña que observaba las estrellas.

Para Noemy, con todo el cariño, te deseo un buen viaje y muchisima suerte, recuerda que aquí tienes a un amigo que te va a extrañar mucho.