Aniversario de Radiacción.
by Davicho on Nov.22, 2009, under
CANDIDATOS DEL PAN
by Davicho on Nov.22, 2009, under Acción nacional, candidatos del PAN, Josefina Vazquez Mota
Vos Sabés
by Davicho on Nov.22, 2009, under Davidcito
Esta canción narra lo que siento por él, hay muchas cosas más que quisiera decir, pero con el ritmo de los fabulosos cádilacs es mejor quedarse mucho y escuchar esta bella canción...Para mi David "Vos Sabés"
La conversión que nunca pasó
by Davicho on Nov.22, 2009, under Mérida F.C. Futbol México, Venados
( o de cómo nos quedamos en 1-A)
Fue una odisea de principio a fin, una campaña que duró un año, de escasos aficionados en las gradas, los más fieles son los adoradores del dios llamado sol, de ahí viene su nombre, una porra que nunca se deja vencer y que canta y canta aunque la voz se gaste.
Una temporada en la que al igual que yo muchos aficionados ni nos aparecimos por la casa de los astados.
Hoy, luego de mucho tiempo, el local estaba a reventar, debajo de las piedras salían “aficionados de corazón”, “astados hasta morir” al igual que americanistas, cruzazulistas y uno que otro chiva que prometía su transformación a venado en caso de ganar.
Los venteros hacían de las suyas, la cerveza volaba, el agua y los bolis pretendían sofocar el incendio que carcomía las gargantas de los miles de presentes en el estadio, que estaría mal llamarlos aficionados, yo me cuento entre ellos.
El partido inicia, las esperanzas de que el sol apague a los de enfrente nunca se da, incluso temeroso el dios sol se esconde tras las faldas de una nube gris que sería el augurio del color que más adelante pintaría el ánimo de los presentes que no llamaré aficionados; los hijos de la ultra sol golpeaban tambores y cantaban, nosotros desde enfrente también cantábamos, al menos por ratos.
Los venteros seguían de nuevo yendo y viniendo, el dinero es el factor x en la ecuación futbolera, un negocio redondo es el arte del balompié; revendedores autorizados (aunque no lo crean los hay y hasta tienen gafete) venteros de piedras, kibis, bolis, etc, hacían su agosto ante los consumidores voraces a quienes no llamaré aficionados.
Las piernas empiezan a temblar al finalizar el primer tiempo, el segundo inicia mejor, un gol a favor del equipo local hace acrecentar los ánimos de los presentes, pero pronto las lesiones y el cansancio se encargan de echarlos por tierra, los visitantes le apuestan, los penales, los locales le aciertan a la suerte, los demás no le apuestan a nada, solo observan y piden que el equipo al que nunca visitaron en la campaña regular “de lo mejor de ellos y que esta tarde tienen que ganar pase lo que pase”.
El llevar ocho partidos en menos de un mes pesa, más ante un sol de cuarenta y tantos grados, se resiente, el olor a derrota apesta en el inmueble muchos se niegan a olerlo. La esperanza es el único químico que nos hace ver, sentir y oler las cosas de modo distinto, pero la realidad borra cualquier rastro de ella y nos restriega a los ojos. Las oraciones a los dioses del estadio, como todas las oraciones ex temporáneas no son escuchadas, la desconcentración se paga cara, más cara se paga la falsa espera, un penal es fallado, los rostros palidecen aún bajo las quemadas de los cuarenta y tantos grados, el último penal de los visitantes es acertado, nuestro arquero nunca esperó y trató de adivinar; Aguantarse, el principio número uno para los porteros con experiencia fue olvidado por el cancerbero ciervo con todas las contradicciones que eso implica gramatical y semióticamente hablando (en un sentido literal).
Ellos celebran su victoria con treinta aficionados que hicieron el viaje, los nuestros se esconden en los vestidores, nosotros con el cansancio de unas cervezas y los cuarenta y tantos grados nos tragamos la angustia que nos duele al pasar por nuestra tráquea cansada de gritar y de tragar esperanzas falsas que al fin y al cabo duelen a la larga.
¿Se repetirá esta historia? Seguro que si, hay detrás una directiva que está haciendo las cosas bien, ojalá que en un año si celebremos la victoria y con ello el asenso al máximo circuito, mientras tanto los ciervos se quedan aquí, a jugar en un estadio semi vacio, hasta que lleguen las finales y el olor a dinero y triunfalismo reúnan de nuevo a vendedores ambulantes, revenderores y seudo aficionados, que solo para esas fechas llegarán al estadio a gritar y apoyar a los venados que hoy son de Yucatán, mañana quien sabe; para los de la ultra sol todos mis respetos.
Yo al igual que muchos a quienes no llamaré aficionados no pude transformarme de diablo a venado, la espera está en la mesa, que se sirvan los comensales, mientras tanto, alimentemos de esperanzas esa necesidad de pertenecer a algo grande, aunque sea un equipo de primera división.
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HOMBRES CAÍDOS
Acerca de mí
- Davicho
- Yo soy un hombre sincero, de donde crece la palma y antes de morirme quiero, echar mis versos del alma.