POR LA CARRETERA

Un día, saliendo de mi guardia en el ministerio público, me fui con los cuates de la agencia, a un bar que se llama latinos, en donde un señor que aparenta ser señora, nos sirvió unas chelas bien heladas, y muy rica botana, el bar está cerca del parque de mejorada . Nos tomamos cinco chelas, y salimos satisfechos de comida, mas no así de alcohol, y ya encarrerado el ratón…nos dirigimos a un bar que está en el centro, llamado Obar, en donde nos tomamos otras ….quien sabe cuantas caguamas, la verdad es que con el cansancio de una guardia de 24 horas, luego de tres levantamientos de cadáveres y no poder pegar los párpados en una noche, las cervezas te golpean como puños de boxeador, ya nos sentíamos mareados, y nos despedimos; lo bueno es que mi camión pasa justo a las puertas del Obar, cuando vi que decía la ruta: Madero-Magisterio me subí y como siempre que me subo a un camión, trato de encontrar un rostro conocido para echar el chisme, pero no había un rostro familiar. En la tercera fila de la derecha, estaba ella, sentada, leyendo “El Código Davincci” y me senté junto a ella, admito que no buscaba cómo hacerle plática; Y el libro fue un buen pretexto, recuerdo que le pregunté si le gustaba la lectura, era obvio que si, y con su cara de enojada apenas asintió con la cabeza, se notaba que no habla con desconocidos y menos con borrachos desconocidos; empecé a farolear, le dije que ese autor era muy malo, que era muy comercial, y que yo incluso le podría recomendar algunos autores mas chidos, también le platiqué que asistía a una sala de lectura, que incluso la podía invitar, ella me dijo que si, tal vez para que yo la dejara de molestar, le dije que me diera su correo, y ella lo apuntó en mi agenda, en la cual no tenía ningún evento agendado .

Mayra, tiene las cualidades que me gustan de las mujeres, el pelo rizado, usaba lentes, y le gustaba la lectura, le pregunté a que se dedicaba, me dijo que era auxiliar administrativa en Telmex, me pareció muy interesante. Esa misma noche al llegar a mi casa, la agregué al Messenger, y muchas veces esperé a que se conectara, incluso llegué a pensar que ese correo era ficticio y para salir de dudas le di clic a ver su perfil, ahí supe más de ella, que le gustaban las estrellas, que era fanática de Tazmania, y que lamentablemente tenía novio. Eso hizo que me desilusionara un poco.

Un día, alguien con un Nick que decía mas o menos esto: “Quise tener el resplandor de tu luna, cuando sólo fuiste una estrella fugaz” me sorprendió, y me di cuenta que era ella, la salude, hablamos de cualquier babosada y me preguntó quien era, le dije que yo era el borracho del camión, y ella me dijo que estaba loco, que yo la había asustado, que ese día yo le quería quitar su libro, lo cual era cierto, pero no para robárselo, mucho menos para leerlo, sino para tener un pretexto de volverla a ver, cosa que no le dije, y me hice al desentendido, le dije que era valiente por hablar con un borracho, y me confesó que de hecho me tenía miedo, de que la golpeara o algo así… Me dio mucha vergüenza, ese día, se salió dejándome ahí hablando solo, creí que la había cagado, ¿pára que le dije que era el del camión? Pude haber fingido ser otra persona y empezar de nuevo…

Así pasaron casi dos años, a veces iniciaba sesión, yo le buscaba plática y siempre me dejaba chiflando en la loma, hasta que un dia…

continuará.