alMaYRabia
by Davicho on Nov.22, 2009, under Mayra, Poesía, Rutina, Te amo aún.
alMaYRabia
No sé si te ame aún
cuando veo tu cuerpo recostado
junto a la pesadumbre del día
no sé si te ame aún
luego del agotamiento de mi jornada
Tu cabello
tus manos inquietas
tu nariz pigmea
toda tu eres la de siempre
la única
Te callas para escuchar el sonido
de la soledad que nace entre nosotros
me observas como esperando a que diga algo
a que ahuyente con mis palabras al vacío
yo digo entonces: tengo hambre
y la inercia se apodera de nuestros cuerpos
comemos, hablamos de nuestro día
de las travesuras del bebe
de la lluvia repentina
planeamos la salida del domingo
Mis palabras y las tuyas
nos salvan del silencio
la ausencia del sonido entre nuestras bocas
es el preludio de la ausencia de caricias
entonces hablamos
nos acariciamos con palabras
cuando me hablas de la ropa sucia
sé que estas prolongando nuestra unión
hablamos para no extinguir
ese amor que hoy siento por ti
que re descubro en cada palabra
Los fonemas y morfemas
son antiabogados
que nos unen
en cada noche
en la que el hastío parece hacer su trabajo
y las palabras llegan a rescatarnos
emergen de nuestros labios
anunciando el beso
con el que nos despedimos cada noche.
Globitos y Café.
by Davicho on Nov.22, 2009, under
Globitos y café.
Hoy es una noche rara en mi Mérida, hoy la temperatura ha bajado, la frescura de la lluvia ha suplantado al insoportable calor.
Esta noche las constelaciones descansan y una cortina de nubes rojas tapiza el cielo.
Es rara, porque estoy lejos de lo que fue mi casa por mucho tiempo, es rara porque los sueños de niño hoy una parte de ellos son realidad, es rara porque descubrí que el café y las galletas globitos siguen siendo una cena muy alternativa, a cada remojón y hay cosas que no cambian, se mantienen estáticas, como el recuerdo de la abuela y sus mimos, como los detalles de mi papá para contentarme, como una vez que estaba enfermo y me trajo un disco de un grupo de rock que me gustaba mucho, eso y no las pastillas del doctor me hicieron sentir mejor.
Son buenos recuerdos los que tengo de mi padre, como por ejemplo una vez que me quedé dormido viendo una película, cuando desperté ya todos habían cenado y se acabó lo que había de cenar, entonces mi papá me dijo que me había comprado unos panes glaseados y los sacó de su escondite, esa noche tuve una de las mejores cenas de mi infancia.
Hoy escribo sobre mi papá, porque es lo que más extraño de la vieja casa, a mi papá le atribuyo el hecho de haber estudiado leyes, ser pertinente y positivo, “no se puede” son sus palabras prohibidas.
A pesar de no haber estudiado más que si primaria, mi papá es un gran lector, con una retentiva impresionante, sus cuentos eran de experiencias vividas y cada anécdota me la sabía de inicio a fin, y hasta hoy no me canso de escuchar las viejas historias, de sus viajes, de sus mujeres, mi papá y sus consejos, es de esas personas que parecen que viajan en el futuro y nos dicen lo que va a pasar, con una capacidad de deducir bárbara y de imaginar más.
Antes de vivir con Mayra, en noches como esta, salía a “Tomar el fresco” en el porch de la vieja casa, a escuchar las historias de mi papá, esas que pronto contaré a mi pequeño David, en unas noches como esta.
Hoy es una noche rara, ya soy un hombre con familia propia, pero tan solo quisiera acurrucarme en una hamaca junto a mi padre y que me haga cosquillas, reírnos y hablar de cualquier cosa, ser por una noche más aquel niño que disfrutaba de una cena de café y globitos como si fuere el manjar predilecto de los dioses.
Parece que lloverá toda la noche, tengo la impresión de que el viento húmedo trae los recuerdos de la vieja casa, que en sus paredes guarda los recuerdos más preciados de mi niñez.
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Acerca de mí
- Davicho
- Yo soy un hombre sincero, de donde crece la palma y antes de morirme quiero, echar mis versos del alma.