Globitos y Café.
by Davicho on Nov.22, 2009, under
Globitos y café.
Hoy es una noche rara en mi Mérida, hoy la temperatura ha bajado, la frescura de la lluvia ha suplantado al insoportable calor.
Esta noche las constelaciones descansan y una cortina de nubes rojas tapiza el cielo.
Es rara, porque estoy lejos de lo que fue mi casa por mucho tiempo, es rara porque los sueños de niño hoy una parte de ellos son realidad, es rara porque descubrí que el café y las galletas globitos siguen siendo una cena muy alternativa, a cada remojón y hay cosas que no cambian, se mantienen estáticas, como el recuerdo de la abuela y sus mimos, como los detalles de mi papá para contentarme, como una vez que estaba enfermo y me trajo un disco de un grupo de rock que me gustaba mucho, eso y no las pastillas del doctor me hicieron sentir mejor.
Son buenos recuerdos los que tengo de mi padre, como por ejemplo una vez que me quedé dormido viendo una película, cuando desperté ya todos habían cenado y se acabó lo que había de cenar, entonces mi papá me dijo que me había comprado unos panes glaseados y los sacó de su escondite, esa noche tuve una de las mejores cenas de mi infancia.
Hoy escribo sobre mi papá, porque es lo que más extraño de la vieja casa, a mi papá le atribuyo el hecho de haber estudiado leyes, ser pertinente y positivo, “no se puede” son sus palabras prohibidas.
A pesar de no haber estudiado más que si primaria, mi papá es un gran lector, con una retentiva impresionante, sus cuentos eran de experiencias vividas y cada anécdota me la sabía de inicio a fin, y hasta hoy no me canso de escuchar las viejas historias, de sus viajes, de sus mujeres, mi papá y sus consejos, es de esas personas que parecen que viajan en el futuro y nos dicen lo que va a pasar, con una capacidad de deducir bárbara y de imaginar más.
Antes de vivir con Mayra, en noches como esta, salía a “Tomar el fresco” en el porch de la vieja casa, a escuchar las historias de mi papá, esas que pronto contaré a mi pequeño David, en unas noches como esta.
Hoy es una noche rara, ya soy un hombre con familia propia, pero tan solo quisiera acurrucarme en una hamaca junto a mi padre y que me haga cosquillas, reírnos y hablar de cualquier cosa, ser por una noche más aquel niño que disfrutaba de una cena de café y globitos como si fuere el manjar predilecto de los dioses.
Parece que lloverá toda la noche, tengo la impresión de que el viento húmedo trae los recuerdos de la vieja casa, que en sus paredes guarda los recuerdos más preciados de mi niñez.
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Acerca de mí
- Davicho
- Yo soy un hombre sincero, de donde crece la palma y antes de morirme quiero, echar mis versos del alma.
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