POR LA CARRETERA

Fue fundada hace aproximadamente 468 años, sobre lo que los Mayas llamaban T´ho, es la ciudad comercialmente hablando, más importante del sureste mexicano, su centro histórico antiguo y romántico aún no es considerado por la UNESCO, como patrimonio cultural de la humanidad, el caos que se vive en los primeros cuadros al medio día, el ruido que se genera y el desorden que ocasiona el tráfico, provoca en quien la visita, una imagen muy alejada a la que los viajeros de antaño se llevaban. Mérida ha dejado de ser la ciudad blanca.

Basta hacer un recorrido por la zona de mercados centrales, por el ex chetumalito, por el Monte de Piedad, basta subirse a un autobús de transporte urbano, para darse cuenta de la realidad de nuestra ciudad.
Se habla de modernidad, porque tenemos unos cuantos parques con internet, pero la mayoría de los habitantes carece de computadoras, se habla de que hay un plan de rescate al centro histórico, pero hasta el momento no se han hecho las gestiones suficientes para evitar que el smog y el tráfico continúen deteriorándolo; seguir centrando la atención en esa zona, sería caer en el mismo error de las administraciones últimas-Mérida es más que su centro histórico- también lo son sus colonias, pero no solo las del norte; quienes hablan de modernidad meridana, seguro evocan a las colonias de esa zona; pero, ¿podemos hablar de modernidad en las comisarías? ¿Existe planeación en la zona conurbada entre Kanasín y Mérida? La parte llamada “tierra de nadie” en donde los recursos públicos de Mérida no llegan aduciendo que pertenece a Kanasín y viceversa, podemos hablar de modernidad en donde no se cuentan con los servicios más elementales como luz y agua potable e infraestructura vial?
Otro punto olvidado es el trasnochado sur, podemos hacer una comparación entre los parques de la zona del penal y alrededores y los del norte, los últimos con lo mejor en aditamentos para hacer ejercicio, internet inalámbrico y zonas verdes bien cuidadas, las del sur, con balancines y columpios oxidados, césped rústico sustituye a los jardines bien cuidados del norte, ese crecimiento desigual, puede atribuírsele a una autoridad que presume de modernidad en su administración?
Todos los caminos conducen a Roma, pero en Mérida, todo el transporte urbano desemboca en el centro, quienes viven en el poniente y quieren dirigirse a trabajar al oriente, deben abordar dos autobuses y transitar por la zona de caos a pie en un buen tramo, la existencia de ejes viales de punto a punto no existen en el diccionario municipal, cuya planeación de recorridos se reduce a aumentar una ruta para cubrir nuevas zonas urbanas.
Nuestra ciudad es por diez años más reciente que Guadalajara, Puebla y Buenos Aires. Es sólo un año más joven que Santiago de Chile. Es más antigua que Sidney, Canberra, Wellington y Johannesburgo. Es más antigua que Ottawa y Quebec. Es más antigua de Volgogrado y San Petersburgo. Es más antigua que Filadelfia, Boston y Chicago. Es más antigua que Dallas, San Francisco y Los Ángeles. Es más antigua que Washington y Nueva York… ¿podemos decir que Mérida es una ciudad igual de moderna que las anteriores?

Culturalmente hablando, tenemos menos teatros que Campeche, no se propicia un acercamiento cultural a las tradiciones, las academias municipales, se encuentran todas en el centro, ¿porqué no llevar talleres de lectura, cursos de danza, teatro o pintura en zonas como el sur, oriente o poniente? Un crecimiento equilibrado, tiene como paso obligad o un acercamiento mayor a la cultura, es inevitable que se crezca económicamente sin saber leer o escribir, los índices de analfabetismo rebasan la media nacional.
No somos una ciudad moderna, nos hemos sumergido en un abandono, decir que solo un ciego no vería el crecimiento de nuestra ciudad es una frase risible, la mayoría de los servicios públicos, que por ley deberían de prestarse, nos son dados por empresas concesionarias, basura, transporte, parques y jardines, etc. Es decir, nosotros les pagamos a empresas privadas entonces ¿que hace la administración municipal con nuestros impuestos? Que se hace con el dinero recaudado con el impuesto predial, mismo que subió César Bojórquez apenas al asumir el cargo-pero este no es el único impuesto que pagamos al ayuntamiento- tenemos por ejemplo, el iva que se recauda por Hacienda local, más las participaciones federales y estatales que le corresponden a Mérida, impuestos como el que se paga por tener un auto nuevo y la misma tenencia vehicular que tanto cacarean reducir.
Si no cumplen su función social como ente moral, ¿para qué sirve entonces el ayuntamiento? ¿Vale la pena pagar 170,000 pesos mensuales a un alcalde que parece más gerente y no gobernante? No avanzamos en tecnología, en infraestructura, la ciudad crece desproporcionadamente y aún así presumen de 20 años de logros, nos quieren vender la idea de que han traído modernidad, pero aún existen calles sin pavimentar, hay internet en algunos parques pero aún hay analfabetas, Guadalajara parece llevarnos años de ventaja, cuentan con una Feria Internacional del Libro, mientras la nuestra, es un intercambio de los libros de siempre, hace años que el Ayuntamiento no trae a un escritor de renombre a dictar una conferencia, ojala tuviéramos conciertos al aire libre y una orquesta financiada por el ayuntamiento, pero igual me gustaría ver que se impulse el desarrollo económico, que se creen valores para los jóvenes que terminan sus estudios, de todo esto y más se puede hacer responsable el ayuntamiento con los millones de pesos que entran de impuestos.
No avanzamos, al menos en la gran ciudad del sureste, al menos sus ciudadanos de a pie, vemos a los que pasan por el ayuntamiento enriquecerse del erario público, léase Cecilia Flores, merecemos ser una ciudad de primer mundo, tener la certeza de que cuando nos subamos al transporte, este sea eficiente y barato o al menos de calidad, los meridanos merecemos más que veinte años de mentiras y mediocridad.

PA QUE AMARRE.
Hoy la candidata de Acción Nacional, parece ser el la continuación del viejo sistema que nos ha sumido en el atraso, tal vez la recordemos en películas antiguas como “El FOBAPROA NO SE OLVIDA y VOTANDO A FAVOR DE LA TENENCIA”. Sus propuestas son más falsas que su imagen retocada haciéndola parecer muchos años más joven, me parece ridículo que se suba a los camiones prometiendo solucionar los problemas del transporte, cuando ella hace mucho que no viaja en ese medio de transporte, también es ridículo que prometa acabar con la tenencia vehicular, ¿porque cuando fue senadora no presionó al hoy presidente para que cumpla con desaparecerla tal como fue su promesa de campaña?

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