POR LA CARRETERA

PARA TERESA.

Sabes a letanía Teresa

tu piel de cristal toma forma de ave

se derrama noche a noche entre mis sábanas

resistiéndose al destino de las nubes

Lluvia que no escampa

es tu mirada fija al eterno

(nuestro origen)

Eres mañana fresca

olor a jacinto y miel

sempiterna figura de difícil olvido

Soy tiempo

viajando en tus ojos

recorro perdurable misterio

el que de tu umbral me ha negado

A veces te espero

(solo a veces)

tu silencio de mar

se me hace necesario

para cuando me abandona el cielo

(y no llegas)

entonces te busco

donde solías estar

bajo luceros que repiten tu nombre

entre llamas que ya no calientan

sobre la hierba donde te vi aquella tarde

que por cierto ha fenecido desde entonces

Teresa

arsénico adictivo

matas poco a poco

tu veneno es la distancia

sin embargo

pido una cucharada de ti cada mañana

todos los días

excepto hoy que te llevo de la mano

mientras tus labios me asesinan.

D.R.L.A.

Hoy es otro día sin ti, ya son muchos, tantos que he perdido la cuenta de cuanto dura el infinito.