POR LA CARRETERA

Hasta dónde son los límites de la maldad? me pregunto mientras el sonido del telefono al cogar destroza las arterias, soy malo, dice ella, soy un cabrón muy malo y estoy convencido de ello, nunca me habia sentido tan mal, y a la vez tan bien, a veces siento que esta maldad alimenta mi espiritu y me da fortaleza, alimento de lo malo mis debilidades, lo que no los mata me hace más fuerte y así me he visto en incontables ocaciones haciendo maldades por doquier, ideando nuevas formas de ser un hijo de la chingada, para que al final del día, me sienta contento y contando todo lo que hice, prefiero que tu seas el que sufra y no yo, tu el que llore, y yo, prefiero gozar con tu sufrimiento...

No hay nada tan humano como la maldad, la traemos aparejada como bandera hacia la supervivencia, el hombre es un hijoeputa desde que nace, y no es que se vuelva bueno en el transcurso de su vida. No, sólo deja de fingir, el hombre no cambia, la bondad no existe, sólo existe un índice bajo de maldad en el hombre, los llamados hombres buenos, son sólo débiles faltos de malicia, dejamos de ser malos, cuando sentimos necesidades, de alimento, de techo, incluso de sexo, esto nos hace fingir bondad, pero por dentro, sólo estamos nosotros, o acaso quien es el que piensa su vida en otros? cuando pensamos a futuro, quienes estan en ese futuro? obviamente e indispensablemente nosotros, nadie piensa sobre el futuro de su hermana o hermano. Basta ver a un hombre vicioso para darnos cuenta de cuan egoista podemos ser, en la medida de que el objeto de su vicio se acaba y solo es factible de ser disfrutado por una sola persona. Yo me declaro malo, porque no me ando con falsas modestias, malo en su totalidad, y quien diga lo contrario: miente, quien se auto declare libre de maldad, es porque está pensando en cómo su disfraz puede partirnos la madre a todos.

Hoy me descubrí siendo malo, y me asustó el enorme placer que sentí cuando me lo dijeron, no porque me sienta arrepentido, definitivamente ¡No! me asusto el hecho de que haya descubierto mi maldad tan tarde.