POR LA CARRETERA

Hoy definitivamente fue un día cansadísimo. Desde la mañana que me tocó entrar a mi nuevo empleo, un desayuno rapidísimo, bañarse, tomar dos autobuses, llegar y un chorro de trabajo esterándote.

Luego una gira que parecía interminable al municipio de Kanasín, horas de calor, cientos de gente, gritos por aquí y por aya...

Ya casi no me da chance de estar conectado, porque aunque en la chamba hay Internet, lo que no hay son computadoras aún, y yo no me he comprado una laptop.

Falta mucho para Enero, que promete ser un buen mes, e inicio de un excelente año para mi, por ahora me toca ir a trabajar, irme desde temprano, y llegar aquí muy entrada la noche, al menos me toca distraerme en algo y suplir ciertos pensamientos por otros, ya no hago planes de nada, simplemente estoy como viviendo los días porque ya no queda de otra, hay muy pocos alicientes que me animen a seguir, uno de ellos, el principal, ha desaparecido completamente de mi vida, o al menos estoy seguro de que lo intenta, yo por mi parte, aquí sigo, el tiempo pasa, y todo sigue igual, tendré que esforzarme al máximo para ser un poco mejor de lo que hasta ahora soy.

Ah y para mi amig@ anónim@ no entiendo, ¿me has conocido en persona o que onda contigo?, te conozco? tengo que reconocer que una de las cosas que me motivan a seguir escribiendo es la incógnita de quien eres, ojalá podamos platicar un día, mas que intercambiar mensajes en mi cajita loca que me está dejando loco.

Y para mi otra (¿amiga aún?) quiero decirte que el otro día, me bajé del camión con la férrea intención de ir a platicar contigo, estuve a nada de gritar tu nombre, mas el temor de que me confirmes lo que ya sé me hizo retroceder, también he intentado hablarte pero me pasa lo mismo. ¿Aún tienes en tu celular ese tono para cuando yo te marco?

Esto se me ocurrió hoy mientras esperaba el camión:

Es difícil separar la costumbre del verdadero amor, hoy no se si en verdad te amo o te extraño, sin embargo, diré que mas lo primero que lo segundo, pues se que te extraño, porque en verdad te amo.

Por fin, hoy (son la una de la mañana) es quincena, tendré dinero para gastar en ese líquido enardecedor llamado alcohol.

P.D. Aún espero tu llamada.