POR LA CARRETERA

SUCESOS DE POLICÍA.

Ha recalado en mi seno la angustia

gotas de tiempo mojan mis labios

derriten mi boca

apaciguan la ausencia de sol

Cuento número 1:

Sus ojos lo miraban todo

me encontraban en la penuria de la soledad

despojaban de aliento sus caricias

transformaban mi rostro en el suyo

Yo era un cadáver errante

noctámbula

disecada

amorfa

Anoche la soledad se hizo sombras

goteaban del techo sus manos

me arrastraban a su lado

me resistí y caminé con los pies ampollados

manaba sangre y pus a cada paso

las rodillas temblaban

el aire me abandonó

hasta que mis pulmones absorbieron mi propia sangre

mientras mis pies flotaban en el aire

Cuento número 2

Me resistí a llorar sobre su pecho

Supliqué por aliviar el ardor en el pene

mas no fui escuchado

recibí a cambio su indiferencia como bofetadas

Ya no era yo el que se resistía a sus labios

Un adicto a la mierda era yo

Un olor nauseabundo era yo

cuando aún era yo

hoy ya no se que soy

¿Soy acaso el aire sobre la palma?

¿La frigidez de la monja?

¿El sonido de una lámpara?

¿La gota que cae al mar?

ya no descifro mi rostro sino por soledades

a veces innavegables

a veces tremendas

como la de anoche

que se convirtió en sombras

ante su cuerpo

pendiente de la soga

que yo mismo he colgado